lunes, 12 de julio de 2010
martes, 6 de julio de 2010
Belonefobia (Φόϐος I)
- No pensé que le fuera a doler tanto. Las mujeres chillan por todo: un perro atropellado, el puto de la novela o su dedo. Me dio mucha risa y casi ni le salió sangre.
La doctora se acercó para darle el medicamento, él se acordó donde la había visto. Después de tantos días tratando de recordar llegó a su mente la respuesta. Aquellos dedos tan blancos y delgados que sostenían la diminuta píldora se aproximaron a la boca del paciente, acto seguido estaban en el suelo derramando la poca sangre que le cabe al índice y al pulgar.
Pensó: a ver ora cómo me inyectas hija de tu puta madre.
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